El que diga que la Argentina es un país aburrido, es porque no vivió en la Argentina.
Y, esta semana, dio para todo. Empecemos por lo sucedido internacionalmente en lo que nos afecta: No voy a hablar de los discursos delirantes de Trump pidiendo sanciones a China por el Coronavirus o al Desquiciado de Bolsonaro diciendo que hizo un buen manejo de la pandemia. No eso lo dejaremos para otro momento. Quiero centrarme en algo aún más capussotesco: después del discurso de Alberto Fernández, promoviendo un mundo más equitativo para hacerle frente a la pospandemia, nos topamos con el discurso incendiario de la dictadora de Bolivia, Jeanine Añez, acusando de intervencionista al gobierno argentino. Hasta ahí creíamos que todo estaba dicho en papelones de mandatarios bolivianos. Se pensaba que el discurso de asunción de un presidente que ni siquiera hablaba alguna de las lenguas del país del Altiplano, era suficiente vergüenza, pero -como es sabido- la derecha se toma estas cosas como un desafío. Y allí fue Jeanine con un discurso redactado por la Embajada de Estados Unidos o La SIP o Clarín (Para el caso es la misma pluma). Acusó al “kirchnerismo” (Sí, el Kirchnerismo, llegó a la ONU, señoras y señores) de asilar terroristas. La persona que usurpó el Palacio del Quemado, acusa al presidente constitucional por tres mandatos de ser terrorista y que este gobierno lo asila y apaña. Recordemos este momento. Porque de Jeanine se esperan más grandes éxitos.
Luego nos enteramos otro caso de espionaje ilegal del macrismo: esta vez a los familiares de los 44 submarinistas que perdieron la vida a bordo del ARA San Juan, en una misión que no estaba autorizada, en un lugar que no se lo esperaba y con funcionarios que mintieron en una variedad de oportunidades y que ocultaron la verdad del caso. El macrismo espió los movimientos, individuales y colectivos de los familiares de las víctimas, para anticipar las acciones de los familiares en relación con las apariciones de Macri.
La semana ya era bastante pesada y nos desayunamos a media mañana del jueves que, el juez que sigue la megacausa de espionaje ilegal macrista -desde su despacho en Dolores-, dictaminaba el procesamiento del director del Proyecto AMBA de la AFI, Pablo Piamonti. Alejo Ramos padilla, en 342 fojas, explicó la conformación de nueve áreas de espionaje distribuidas en la Provincia de Bueno Aires que, desde allí, habrían espiado e infiltrado a 16 partidos políticos, 24 organizaciones sociales y otras tantas organizaciones gremiales, de cara a las elecciones de medio término de 2017. La conformación de esta organización estatal destinada al espionaje ilegal, formada con ex policías, tiene directa relación con la funesta DIPBA (Dirección de Inteligencia Provincia de Buenos Aires) responsable de haber recabado la información de la que se valió el represor, Ramón Camps, para los más de 5000 secuestros y desapariciones en la Provincia de Buenos Aires. El método de infiltración en las organizaciones políticas, gremiales y sociales, recuerda a lo realizado por el genocida, Alfredo Astiz, que concluyó con la desaparición de Azucena Villaflor, Mary Ponce de Bianco y Esther Ballestrino, fundadoras de Madres de Plaza de Mayo y las monjas Alice Domon y Léoni Duquet. El espionaje llevado a cabo por agentes que respondían directamente a Silvia Majdalani, se centró en fichas de militantes políticos o gremiales, sus actividades, su familia y su relación con cada movimiento y cercanía con los referentes (especialmente Cristina Fernández).
Pero como la Argentina no se queda en medias tintas, anoche pudimos asistir a un show lamentable en la sesión de la Cámara de Diputados. La bochornosa escena llevada a cabo por el, ahora ex diputado Ameri y su compañera fue capturada por la cámara de su computadora mientras el diputado Heller exponía en la Comisión de labor parlamentaria. La acción fue detectada de inmediato y sancionada por el presidente del cuerpo, Sergio Massa y consensuada con el Presidente del Bloque, Máximo Kirchner. El pedido de renuncia del bloque salteño y la rápida acción de la Comisión de disciplina, derivó en la opción de renuncia o expulsión. Ameri decidió la renuncia. Caso cerrado y ejemplo a seguir por otras bancadas que toleran a Senadores que ponen muñecos de cartón para simular presencia y Diputados que, en vez de estar sentados en la banca virtual, están dando entrevistas a Clarín a la exacta hora de la votación.
Pero dejo para el final del resumen semanal lo expresado por, justamente, el personaje que puso a un muñeco de cartón. Esteban Bullrich denunció fraude en las elecciones PASO de 2019. No termino de comprender que es peor, denunciar un fraude sin pruebas o denunciar fraude siendo vos el garante de dichas elecciones. Elecciones que perdieron por más de veinte puntos en su distrito, la Provincia de Buenos Aires. Analicemos un poco esto: en 2017, el PRO intentó fraguar la derrota de Bullrich en las PASO por 0.6%. Ahora el mismo Bullrich denuncia fraude, con las mismas autoridades con las que intentó “maquillar” su derrota. El tema, ahora, es que esconder 20 puntos de diferencia (con los que María Eugenia Vidal y Macri fueron eyectados de sus reelecciones), son muy difíciles de “maquillar”. Pero la intención es deslegitimar la validez del gobierno. Ya escuchamos a su prima Patricia, hablar de elecciones libres para el año que viene, cuando nunca desde el advenimiento de la democracia en 1983, jamás se cuestionó la validez o la transparencia del acto comicial. A ese coro se sumó el escriba de Macri, cuya nota en La Nación que llevó la firma de Macri, versó de algo similar.
Si sumamos lo de la dictadora boliviana, el coro estable del PRO y la acción de la Embajada, no son tiempos cómodos para los movimientos populares. En las elecciones de medio término se dirimirán varias de estas elucubraciones. Queda creer que aceptarán el resultado de las urnas, si, como muestran todos los sondeos, les son adversos. Estas conductas, tal vez como imitación de su ideólogo, son el reflejo de lo dicho por Trump, que habló de no reconocer una derrota y habla de fraude. Siendo también -él- garante de la transparencia y legalidad de los comicios de noviembre en Estados Unidos.
Octubre traerá un nuevo mandatario en Bolivia. Se espera que, de darse los guarismos que manejan todas las empresas de sondeos, Meza del MAS, será el nuevo gobernante de Bolivia, volviendo a la normalidad después del Golpe de Estado. Noviembre traerá otro presidente en Estados Unidos. Tal vez sea ese cambio, el que genere un nuevo clima en el Departamento de Estado. Menos belicoso con los movimientos populares y menos intervencionista, parafraseando a la dictadora Jeanine.
Por lo pronto, espero que no haya más sorpresas para esta semana. Pero es Argentina y es lo maravillosos de vivir en este hermoso país. Nunca nos aburrimos.