El Gobierno Boliviano confirmó la detención de la Dictadora Jeanine Añez por quien pesaba un pedido de captura por inminente riesgo de fuga por los cargos de Terrorismo, Sedición y Conspiración que se le acusan -tras haber liderado el Golpe de Estado- y que terminó con la presidencia de Evo Morales, a pocos días de haber ganado la reelección en noviembre de 2019. 

“Informo al pueblo boliviano que la Señora Jeanine Añez fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la Policía” fue el anuncio del ministro Eduardo Del Castillo que se distribuyó en las redes sociales. La dictadora habría sido encontrada escondida en un domicilio en la localidad de Beni. Tras el dispositivo de rigor para garantizar los derechos de la rea, fue trasladada a la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en la Capital del País, La Paz. De allí fue movilizada hacia la Fiscalía de La Paz para que brinde declaración indagatoria por los delitos por los que debe responder.

Los detalles de su detención se volvieron virales y generaron respuestas en las redes sociales donde la dictadora fue objeto de todo tipo de burlas al habérsela encontrado “oculta en un somier o bastidor en un domicilio de sus familiares en Trinidad” como expresa el Portal boliviano El Deber. La golpista contó con las garantías personales que ella no le brindó a los dirigentes del MAS cuando llevó adelante el sangriento Golpe de Estado en noviembre de 2019. En su detención tres familiares fueron demorados al intentar impedir la aprehensión de Añez pero fueron posteriormente liberados. Al momento de ser descubierta, “Añez se encontraba recostada en el somier con algunas pertenencias suyas, vestida con zapatillas deportivas (…) y dos bolsos de mano donde se encontraba un abrigo con el que llegó a la sede de Gobierno” expresó el portal de noticias.

Añez y el gabinete que la acompañó durante la dictadura que se prolongó durante casi un año, generó muertes, heridos, dirigentes exiliados, encarcelados y un perjuicio para las arcas del Estado que aún no se puede determinar. Hace un mes, el Gobierno Constitucional de Bolivia pagó en efectivo un crédito que habían concedido los organismos internacionales a pedido de la dictadura, más los intereses devengados en un año. Los actos de corrupción y el oprobio llevados a cabo por la dictadura teocrática de Añez violentaron, no solo la Constitución del Estado Plurinacional, sino que vejaron y humillaron a las culturas originarias relegándolas a una condición de ciudadanos de segunda clase.

Será la Justicia del país del Altiplano la que determine que responsabilidad le caben a Añez sus secuaces en los hechos sucedidos durante toda la dictadura en Bolivia.

Redacción

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