Mientras algunos/as nos explican la pobreza desde una cámara web, de forma despersonalizada y recurriendo a palabras edulcoradas pero ajenas a sus verdaderas prioridades, yo sigo resaltando el peronismo de las primeras épocas y aquellos que se involucraban, como es el caso de Delia Parodi.

La compañera Delia no relataba la pobreza como algo ajeno, la veía como algo indeseable y que debía superarse a través de la igualdad. Fue el sostén de Evita en su labor dignificadora, una descamisada más que no buscó notoriedad y sí contribuir pintando sonrisas en los humildes.

Nació en 1913 en Ingeniero Luiggi, en el interior de la provincia de La Pampa. Su desempeño como taquígrafa no la separó de una incansable militancia desinteresada. Destacada por su acción la llevó a ser elegida diputada nacional por la Capital Federal en 1952. Esas elecciones fueron las primeras en donde votaron nuestras compañeras. Ese derecho, por el que tanto luchó junto a Evita, un 25 de abril de 1953, la hizo ser elegida Vicepresidenta de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, cargo que ninguna otra mujer había ocupado antes y por el Pleno de la Cámara. 

Fue incansable a la hora de abrir y organizar unidades básicas del Partido Peronista Femenino (PPF) en todo el país.

Debió suceder a Evita, cuando la enfermedad comenzó a ganarle la batalla, al frente del PPF y después de la entrada en la inmortalidad de la eterna Capitana, Perón la nombró presidenta de la Fundación Eva Perón.

La inmensa Delia se convirtió en una blanco de “La Revolución Fusiladora” luego del golpe del 55. Fue detenida y enviada  a la cárcel de mujeres de San Telmo. Estuvo incomunicada por más de 40 días. Se la privó de abrigo y comida y sufrió innumerables humillaciones, las que soportó estoica. Más de 3 años presa, junto a otras militantes por orden del «necrocleptómano» Pedro Eugenio Aramburu. Entre sus compañeras de celda, con las que estuvo privada de su libertad, se hallaba otra inmensa mujer peronista: Ana Carmen Macri. 

Delia Parodi recuperó la libertad el 7 de Marzo de 1958 y fue un ejemplo de verdadero peronismo, ese que debemos reivindicar y volver a practicar para poder derrotar definitivamente a la raza de explotadores que aún nos siguen imponiendo su agenda. 

Vivió como los que defendió. Delia pasó a la inmortalidad el 13 de mayo de 1991 a los 78 años. 

Pablo Targhetta

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