Durante el fin de semana, el rumor se convirtió en noticia: pese a los más de 55 mil muertos que acumula Brasil por coronavirus, el presidente Bolsonaro pidió por la vuelta de los hinchas a los estadios.
Aunque en Río de Janeiro se han contabilizado cerca de 6 mil muertos por covid-19, a partir del próximo 10 de Julio las puertas de los estadios se volverían a abrir. Según los datos hasta el momento, Río es el segundo municipio más afectado del país vecino, solo detrás de San Pablo. A pesar de que, hace apenas una semana, se suspendieron algunos partidos, no sólo retornaría el fútbol, sino también, el público.
La polémica información fue comunicada desde el Municipio carioca el pasado viernes, donde se expresó que las puertas se abrirán con “restricciones” y la venta de entradas será para “apenas” un tercio de la capacidad de los estadios, Además se informó que las entradas se venderán únicamente de manera on line. El anuncio fue realizado a través de un decreto que la Alcaldía carioca publicó en el Diario Oficial, y si bien no se profundizó en protocolos específicos, si se detalla la restricción de mantener 4 mts de distancia entre persona y persona.
En el marco de un contexto latinoamericano en donde la mayoría de las ligas ya han anunciado fecha de retorno a los entrenamientos y, en algunas ocasiones, para la reanudación de los partidos oficiales, Brasil sigue optando por minimizar la pandemia y no aplicar medidas sanitarias para la población brasileña.